La derecha de Bolivia ha estado reagrupándose en busca de volver a dar un golpe de Estado, denunció el presidente Luis Arce y pidió el apoyo del Grupo de Puebla.
Conectado de manera remota a la reunión de líderes progresistas celebrada este 30 de noviembre en la Ciudad de México, Arce aseveró que las fuerzas de oposición de su país buscan reeditar la violencia que en 2019 llevó a la renuncia al entonces presidente Evo Morales.
Arce enfatizó que en aquel año se dio un golpe de Estado de acuerdo con la teoría del golpe blando. Las nuevas amenazas no deben pasar desapercibidas al Grupo de Puebla, organización donde participan exmandatarios como Rafael Correa, Dilma Rousseff y Fernando Lugo, de Ecuador, Brasil y Paraguay, respectivamente, aseveró.
El Movimiento al Socialismo (MAS) ganó las elecciones en 2020 con una amplia mayoría y a pesar del gobierno de facto de Jeanine Áñez, sostuvo Arce.
La derecha boliviana busca deslegitimar ese proceso electoral y desgastar al actual gobierno, señaló el mandatario sudamericano y pidió al Grupo de Puebla incluir en su planeación estas evidencias de la manera en que se comporta la derecha latinoamericana.
Además llamó a los líderes latinoamericanos a atender la situación sanitaria de la región de manera conjunta, ante la permanencia de la pandemia de COVID-19.
Acusó que se ha comercializado la distribución de las vacunas en el mundo, lo que genera riesgos como las variantes en países pobres.
Llamó a dar prioridad en vacunación a los países más pobres del África y de otras regiones.
El viejo capitalismo no está permitiendo la atención coordinada de la población mundial para favorecer intereses de trasnacionales, reclamó.
«No puede ser ya definitivamente una mercancía más», añadió.
Con información de SPUTNIK
