El Gobierno de Bolivia dijo que no ha detectado la variante ómicron del coronavirus y atribuyó a la variante delta la «explosión de casos» que dejaba ya tres récords diarios consecutivos en la semana de más contagios en toda la pandemia de COVID-19.
«Hasta la fecha no se han detectado variantes que correspondan a la variante ómicron. Esto en las muestras analizadas», dijo en conferencia de prensa el ministro de Salud, Jeyson Loayza, desmintiendo a jefes sanitarios regionales que daban por segura la presencia de esa variante que ahora predomina en el mundo.
La Dirección de Epidemiología reportó que el 30 de diciembre se confirmaron 7.980 nuevos casos de COVID-19, cifra máxima que cuadruplicaba con creces el promedio diario de la semana anterior y superaba ampliamente los récords sucesivos de los dos días anteriores.
El brusco aumento de los contagios en la última semana y reportes de que la variante identificada originalmente en Sudáfrica ya fue detectada en los cinco países vecinos alimentaron los temores de que la ómicron ya estuviera presente en Bolivia.
Casi 600.000 contagios
Con los nuevos casos confirmados el jueves, 30 de diciembre, y los previstos para el viernes, el día 31, Bolivia cerrará el año superando en lo que va de la pandemia la marca de 600.000 contagios, que equivalen a aproximadamente el 5% de toda su población de casi 12 millones de habitantes.
El más reciente reporte oficial situó en 599.753 el total de casos acumulados, incluidos 19.680 decesos, desde que el primer contagio del coronavirus fue detectado en marzo de 2020.
En la actual cuarta ola, la tasa de letalidad bajó a 0,8% desde el 6,2% registrado en la primera, a mediados de 2020, destacó el informe oficial.
Añadió que Santa Cruz (este) tenía una incidencia cada vez mayor en el impacto global de la pandemia, con casi 75% de los casos nuevos reportados el 30 de diciembre.
El ministro Auza dijo que tanto en Santa Cruz como en el resto del país la variante del coronavirus predominante era la delta, seguida de lejos por otras como mu, gamma y lambda.
«Estamos en busca de la variante ómicron (…), la vigilancia genómica corresponde a un proceso que se realiza en todo el país», aseguró.
Ratificó que este 1 de enero entra en vigencia la obligación de presentar carnet de vacunación o prueba PCR negativa de COVID-19 para ingresar a oficinas, bancos, iglesias, salones, locales deportivos y de entretenimiento y otros lugares donde haya aglomeraciones.
Esa medida, que regirá al menos por seis meses según un decreto gubernamental, se sumará a la campaña contra el COVID-19 realizada mediante vacunación y diagnóstico masivos, refuerzo del sistema hospitalario y medidas de bioseguridad que deben ser cumplidas por la población, señaló Auza.
Con información de SPUTNIK
