Al joven manifestante Yosvany Rosell García Caso, detenido de forma violenta el pasado 11 de julio en Holguín durante las protestas antigubernamentales, la fiscalía le ha pedido 30 años de privación de libertad por el presunto delito de sedición, que se considera un delito contra la Seguridad del Estado.
«Lo acusan de ‘sedición’, la nueva tendencia para torcer la ley contra los manifestantes del 11J, en uno de los últimos zarpazos de un régimen no por moribundo menos cruel», explicó en un post en redes sociales la organización jurídica no gubernamental Cubalex.
De acuerdo con el grupo Justicia 11J, de las más de 1200 personas detenidas por las protestas del 11 de julio, en régimen privación de libertad continúan unas 650, y hasta ahora, al menos 121 han sido acusadas de sedición en distintas zonas del país. Las penas van desde 13 hasta 30 años de prisión y entre las personas que enfrentan este delito hay al menos 11 menores de 18 años.
Con información de CiberCuba