El Grupo de Puebla, organización de líderes progresistas de América Latina como la brasileña Dilma Rousseff y el ecuatoriano Rafael Correa, busca debatir un nuevo modelo de desarrollo para la región, mediante un encuentro en la Ciudad de México.
En la inauguración del Séptimo encuentro ¡Cambio ahora!, el excandidato presidencial chileno y también el coordinador del Grupo Marco Enríquez Ominami explicó las intenciones del encuentro y agradeció la iniciativa política para la región del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana, Marcelo Ebrard, calificó el encuentro como «un laboratorio de la esperanza, propuestas para el futuro de América Latina y el Caribe pero también para otras regiones del mundo», declaró.
«Jamás nos resignemos a la desigualdad«, ante el fracaso del neoliberalismo en el mundo, añadió el canciller.
Ebrard recordó la exposición de López Obrador en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que llamó a regular la pobreza en el mundo como iniciativa de seguridad planetaria.
De manera remota, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, saludó la inauguración del encuentro.
«Si hay algo que dejó en claro la pandemia es la desigualdad que el sistema económico ha generado en el mundo», apuntó el mandatario argentino desde Buenos Aires.
«Es imperioso que recuperemos las banderas del desarrollo» en Latinoamérica, la región más desigual del mundo, agregó.
La expresidenta de Brasil Dilma Rousseff agradeció la presencia de las mujeres en el evento.
«El Grupo de Puebla es una demostración de la necesidad de aliarse, de la conciencia de la necesidad de la integración en nuestro continente», declaró la exmandataria.
Combatir la corrupción contribuye a evitar que la desigualdad no prospere a nivel fiscal, agregó y llamó a una integración más allá de los límites comerciales.
«El Grupo de Puebla es heredero de la conciencia de que nos atacan, nosotros somos países que salimos de la dictadura militar y entramos en la democracia», añadió, democracias que fueron atacadas por procesos de lawfare y de golpes de Estado contra Venezuela, Honduras, Paraguay, Brasil, Bolivia y ahora con amenazas de golpe en Perú, dijo.
Apuntó que hay golpes en Latinoamérica que no son militares, sino que se ejecutan desde el poder legislativo o desde la economía contra los sectores más pobres.
La región debe pelear por su soberanía energética, consideró Rousseff, y asumir que el libre comercio sólo es libre para los países dominantes.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, saludó la inauguración, con la presencia de los exmandatarios Rafael Correa, Fernando Lugo y Ernesto Samper, de Ecuador, Paraguay y Colombia, respectivamente, además del expresidente del gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero.
Con información de SPUTNIK
