El gobernador del estado de Río de Janeiro (sureste de Brasil), Claudio Castro, confirmó el martes que la ciudad celebrará parcialmente su fiesta de fin de año, al menos con fuegos artificiales en la playa de Copacabana.
«Ayer, yo y el alcalde Eduardo Paes conversamos mejor sobre el tema; nos pareció razonable la petición de exhibición de fuegos artificiales, pero estamos de acuerdo sobre la variante ómicron», afirmó, según recoge el diario O Globo.
El pasado sábado el alcalde Paes anunció la cancelación de la fiesta, alegando que el comité científico del gobierno del estado así lo recomendaba, a pesar de que el comité del municipio sí veía factible la celebración.
Tras la reunión entre ambos crece la posibilidad de que la playa de Copacabana acoja fuegos artificiales pero no los tradicionales conciertos gratuitos en la arena.
El gobernador explicó que en los próximos días se definirán las restricciones en los transportes, limitando, por ejemplo, la posibilidad de aparcar en el paseo marítimo.
La fiesta de Río de Janeiro en Copacabana es una de las más multitudinarias del mundo (suele congregar entre dos y tres millones de personas), y el sector hotelero presionó mucho en los últimos días para que se salvara la celebración.
Con información de SPUTNIK