Las autoridades del estado norteamericano de Texas han comenzado a construir un muro a lo largo de la frontera con México. Para ello, cuentan con sus propias fuerzas y recursos.
«Texas está dando un paso sin precedentes para proteger la soberanía de Estados Unidos y de nuestro estado», dijo el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, en una conferencia de prensa en la ciudad fronteriza de Río Grande, frente a unas estructuras de acero en construcción y una grúa.
Abbott reprendió a la Administración de Biden por no hacer su trabajo con los refugiados sudamericanos que entran ilegalmente en Estados Unidos. Es que el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prohibió la financiación del correspondiente proyecto por parte de su predecesor, Donald Trump. Este último había planeado cercar el flujo de migrantes ilegales desde México con una valla de más de 700 kilómetros de longitud. Pero Biden, que entró en la Casa Blanca en enero, «rechazó» la iniciativa.
En Texas, sin embargo, se salieron con la suya.
Se rumorea, según la revista alemana Spiegel, que el propio Abbott tiene la vista puesta en la Casa Blanca. Y no es de extrañar que culpara a las «consecuencias mortales» de la política migratoria de Biden. «Ese muro fronterizo que ven detrás de mí», dijo señalando la obra, «es una réplica exacta del que iba a construir el presidente Trump».
Al reaccionar a esta noticia, los lectores alemanes de Spiegel apoyaron el proyecto de Texas.
«Ahora también estamos construyendo muros y vallas en la frontera exterior de la UE. Esto también se necesita con urgencia, ya que no hay otra forma de abordar la migración ilegal», afirma PYildirim, el autor del comentario más destacado del artículo de Spiegel.
Con información de SPUTNIK
