Las autoridades indonesias decidieron permitir el desembarco de una nave averiada con más de 100 migrantes de Birmania, pertenecientes a la minoría nacional rohinyá, informó el inspector general de la policía Armed Vijaya, jefe del servicio de coordinación de seguridad y orden público del Ministerio del Interior de Indonesia.
El 27 de diciembre los defensores de los derechos humanos, incluida Amnistía Internacional de Indonesia, recibieron información sobre un barco de madera con migrantes rohinyás en la provincia indonesia de Aceh, cuyo motor falló el día 26. A bordo de la nave se encuentran 60 mujeres, al menos 51 niños y 9 hombres.
Las ONG llamaron a Indonesia que prestara ayuda inmediata a los náufragos, que llevaban 26 días en alta mar en una embarcación repleta de gente. En principio estaba previsto que los marinos militares y la policía de Indonesia cambiarían el motor del barco, les proporcionarán combustible y suministros a los viajeros, y finalmente sacarían la embarcación de las aguas territoriales, para que puedan continuar su viaje a la vecina Malasia, a donde originalmente se dirigían.
«La [nueva] decisión llega tras un estudio de las condiciones extremas en que se encuentran a bordo los refugiados», dijo Vijaya, citado por la agencia nacional de noticias de Indonesia ANTARA.
El inspector general de la policía de Indonesia señaló que a bordo de la embarcación, que perdió su rumbo el 26 o el 27 de diciembre a unas 50 o 60 millas de la costa de la provincia de Aceh, «según las observaciones visuales, se encuentra principalmente mujeres y niños».
Según el funcionario, quien también dirige el grupo de trabajo nacional de refugiados, los rohinyás del barco serán transportados a tierra, se someterán a un chequeo médico y a las pruebas necesarias, de acuerdo con los protocolos de seguridad epidemiológica durante la pandemia del COVID-19 migrantes rohinyás en la provincia indonesia de Aceh
Con información de SPUTNIK
